Fiel a su nombre, estos colchones se clasifican como "toppers" y están diseñados para usarse sobre la cama principal, como un sofá o un colchón viejo. Su característica más llamativa es el uso del material Memoform (basado en viscoelástica), que proporciona un efecto memoria. Todos los materiales se posicionan como hipoalergénicos, también hay un tratamiento antiácaros. Las fundas destacan por el tejido antideslizante para evitar resbalones. En cuanto a la dureza, los colchones son medios, además, tienen un límite de peso de 110 kg por cama. Están disponibles en 4 tamaños.